California tiene la oportunidad de ser el primer estado del país para exigir que los organismos modificados genéticamente (OMG) seandebidamente identificados y etiquetados en la mayoría de comidas. Perola empresa Monsanto, uno de los mayores proveedores de OMGs y variasotras corporaciones de comidas fabricadas y agrícolas están tratando desabotear este esfuerzo contribuyendo millones de dólares para derrotaruna propuesta electoral que requeriría el etiquetado obligatorio deOMGs.
Si se aprueba, Prop. 37, conocida como la Ley del
Derecho de California a Saber de Alimentos Diseñados Genéticamente, requerirá que todos los alimentos hechos con o que contengan OMGs,incluyendo los alimentos crudos y procesados, sean etiquetados cuando se venden en el mercado al p
úblico. Productos hechos con o quecontienen OMGs también estarán prohibidos de ser comercializados yvendidos como si fuesen "natural," una práctica sumamente engañosa lacual es bastante común hoy en día.
Aunque no es perfecta, Propuesta 37 representa un gran paso adelantehacia el honesto etiquetaje de los alimentos, lo cual ha faltadogravemente en los Estados Unidos desde que OMGs llegaron a la escena enla década de 1990. Si la gente de California aprueba Prop. 37 enNoviembre, gran parte del resto de los Estados Unidos probablementeseguirá sus pasos en los próximos meses y años, y esto tiene la granposibilidad de desplegar el monopolio corporativo que actualmentecontrola el suministro de comida Americana.
Pero mientras que bases de esfuerzos intentan promover mejortransparencia en el etiquetaje, empresas como Monsanto, Dupont y Pepsico simultáneamente están trabajando duro para mantener a losestadounidenses en la oscuridad en cuanto a la comida que consumen.Monsanto recientemente contribuyó más de 4,20 millones de dólares paraderrotar a Prop. 37, mientras que Dupont contribuyó más de $1,20millones contra ella. Dow Agrosciences, Pepsico, Nestle, Coca-Cola,Bayer Cropscience, ConAgra, BASF, Kellogg Company, Hershey, Hormel ymuchos otros productores de alimentos industriales y químicos tambiénhan donado millones para derrotar Prop. 37.
"Las gigantes empresas de comidas y pesticidas les tienen miedo a las madres y abuelas que quieren el derecho de saber lo que está en lascomidas que consumimos," dijo Stacy Malkan, Directora de Medios deComunicación de la iniciativa del
Derecho de California a Saber, la cual está luchando para la aprobación de Prop. 37. "Estas empresasintentarán comprar la elección, pero no funcionará. Papás y mamás deCalifornia prevalecerán sobre Monsanto y Dupont."
Mientras tanto, las empresas pequeñas, por lo menos pequeñas encomparación a los conglomerados de Grande Agricultura y Químicos,continúan a difundir la palabra acerca de los méritos de Prop. 37 y laimportancia de la transparencia y honestidad en el etiquetaje de comida.
Casi 50 países, incluyendo China, Rusia y todos los países de laUnión Europea (UE), actualmente le ponen etiquetas a los OMGs. EstadosUnidos y Canadá están entre los únicos países desarrollados en el mundoque no requieren el honesto etiquetaje de alimentos. La aprobación de la Prop. 37 el 6 de Noviembre; sin embargo, podría cambiar todo esto.